miércoles, 19 de octubre de 2011

El sexo, el amor y las oxitocinas.

Son pocas, muy pocas en verdad las veces que veo televisión en casa. Me resulta inquietante el hecho de tener mas de 100 canales a mi disposición y casi nunca tener algo bueno que ver. A veces extraño un poco aquella época donde sólo se podían ver unos cuantos canales, extraño un poco aquellos televisores cabezones sobre los cuales nuestros padres y abuelos solían poner adornos de todo tipo, fotos familiares, floreros y cuántas cosas más. El día de hoy, sin embargo, me quedé "pegado" a la TV viendo un documental que hablaba acerca de un descubrimiento relativamente reciente que aclara muchas dudas que en toda mi puta santa vida ( puta y santa se anulan = que en toda mi vida) no había podido resolver.


Se trata del fabuloso descubrimiento de las oxitocinas. La oxitocina es una hormona segregada por el cerebro de forma natural sobre todo durante el parto. La producción de oxitocina durante este proceso y durante la lactancia, hace que la madre fortalezca el vínculo de "amor" con el recién nacido, que lo cuide y proteja. Esto se da en humanos y en muchos otros animales y como es de suponer, favorece a la supervivencia de las especies.




Estaba por cambiar de canal, cuando el documental se enfocó en otro efecto de la oxitocina, que me pareció bastante curioso: el amor  o enamoramiento.  Estoy seguro que más de una vez has escuchado el dicho: "El amor es cuestión de química"; la verdad no se quien inventó esa frase pero parece que su idea fue sin querer bastante acertada. Estudios recientes aseguran que la oxitocina es responsable  también, de reforzar los vínculos afectivos entre las parejas.  El simple contacto entre dos personas puede generar oxitocina, sobre todo durante una relación sexual, que genera altas dosis de ésta hormona. Resumiendo: a mayor "contacto" entre dos personas, mayor producción de oxitoxina y a mayor producción de oxitoxina, mayor sensación de cercanía, afinidad  o incluso  "enamoramiento".

Si todo esto es cierto, entonces me queda más claro comportamientos a los que antes no le encontraba explicación. He escuchado millones de historias de mujeres que se quedan "enamoradas" o "embobadas" de un hombre que casi no conocen, que incluso han visto poco en su vida y con el que tienen una relación que es básicamente física o sexual. Este fenómeno que algunos llaman  "enpinchamiento"  y que yo prefiero decirle "enpenenamiento"  creo que podría ser producto de la hormona oxitocina.

El fin de semana pasado, me contaba un amigo de la infancia con el cual llevaba tiempo de no hablar, que se había quedado sorprendido por un regalo que había recibido recientemente. Se trataba nada menos que de un osito de peluche perfumado, con una notita de esas de amor, que dicen TE QUIERO en mayúsculas. -Me has sorprendido socio, yo no sabía que tenías novia, ¿Cuánto llevan juntos? ¿Una semana, un mes?, le pregunté. Me respondió muy serio: -¿Cuál novia, cojudo? El regalo me lo dió una chica que recién he visto dos veces (La primera cuando se la presentaron, la segunda cuando terminaron en un hotel.) Esa chica ni me conoce, no sabe ni mis apellidos, no la tengo ni en facebook, ni en mi messenger, no le he dado ni mi PIN del blackberry, nada de nada, y me da este regalo, está loca tío, está loca. (Luego de un breve silencio, no empezamos a reir.) -Tranquilo pues, ahora me vas a decir que ese es el problema de ser "bien proporcionado", no te vengas a lucir con ese colgajo, ínfimo y miserable que te dió la naturaleza. -Yo no he dicho eso, pero aunque no lo creas es lo que pasó. (Me mostró en su celular la foto del regalo.)

Malditas oxitocinas, que poderosas son. Yo se bien que la chica del regalo no estaba enamorada de mi amigo, sin embargo ese regalo, estaba bastante fuera de lugar, diría yo que hubiese tenido más sentido algunas citas después.

Ahora bien, el efecto de las oxitocinas ataca por igual a hombres y a mujeres.  La imbecilidad de un hombre "enchuchado" ("encoñado", en españa) no tiene límites. Tengo amigos que en una muestra de "encoñamiento" extrema han regalado joyas, autos, viajes, etc. a mujeres inescrupulosas y al final han terminado solos y mas cagados que calzoncillo de loco. (No es mi caso, por si les pasó por la cabeza,  se los juro por mi puta santa vida)


Nadie puede negar que las hormonas tienen un papel muy importante en nuestras vidas, determinan nuestro apetito, nuestro estado de ánimo, nuestro deseo sexual y muchas otras cosas más. A veces es inevitable que nos dejemos llevar por lo que nos dictan nuestras hormonas. Sin embargo  en mis 28 años de experiencia, he aprendido que el amor, a diferencia del enamoramiento debe ser más que algo hormonal o instintivo. El amor debería tener una pisca de conciencia, conciencia de lo que hacemos, de lo que queremos, de conocer bien al otro y sobre todo de conocernos bien a nosotros mismos. Mientras tanto insisto:  no busco novia.

PD: Gracias a los que me han leído por casualidad y sobre todo a los que han opinado. Sin entrar muy seguido a actualizarlo, ya han pasado por éste humilde blog casi 5000 personas, de Perú, España, México, Argentina, Chile, etc etc y aunque en el cyber espacio, es poco, para mí que no esperé llegar ni a 500, es mucho y vale mucho.