jueves, 30 de agosto de 2012

¿Qué es el amor?

El día de ayer me llegó al e-mail de NO BUSCO NOVIA (nobusconovia@gmail.com) un correo con la siguiente pregunta: ¿Para ti que es el amor? La epístola era anónima, por algún motivo que no pienso averiguar, sin embargo considero importante respetar. Estimado lector(a) anónimo(a), me la has puesto un poco difícil. Tu pregunta es sencilla, pero al mismo tiempo bastante difícil de contestar. A pesar que no soy un experto en la materia, intentaré responder esa gran interrogante lo mejor que pueda.

Cuando se habla de amor es común explicarlo con expresiones un tanto poéticas, cursis, románticas como "sentir mariposas en el estómago", "una sensación sublime", "sentir que flotas en el aire", "pensar todo el día en el otro", etc. En palabras de Tito el bambino: "El amor es una magia, una dulce fantasía, es como un sueño y al fin lo encontré.... es como una luz que se esparce por el alma, y recorre como el agua, hasta que llena el corazón" Suena bonito, pero lo siento Tito, eso no es realmente el amor, a lo mucho podríamos llamarlo "enamoramiento". El amor es algo más. No nace por arte de magia y para que sea duradero y no sea una simple fantasía necesita tener en mi opinión, ciertas características:


Primero: Intimidad Emocional.
Muchas parejas basan su relación en cosas secundarias. Conversan mucho, pero sobre temas superficiales como trabajo, reuniones, viajes, actividades, amigos, etc. Eso no está mal, sin embargo considero importante que exista una comunicación más profunda, es decir hablar con sinceridad y compartir sentimientos, exteriorizar dudas y temores, ambiciones, penas, alegrías, etc. Conocer el lado oculto de tu pareja, aquello que los demás normalmente no conocen. Esto no se logra de la noche a la mañana, para conseguir tal grado de intimidad hace falta irse ganando la confianza de la pareja.

Segundo: Conocimiento REAL de la pareja.
Es muy común que algunos, por error, idealicen a su pareja, le atribuyeron cualidades que en realidad no tienen. Esto se da por la necedad de querer encontrar un príncipe azul, una media naranja, un alma gemela y en mi opinión, estimados lectores, tal cosa no existe. Hay que buscar alguien real, que con sus defectos y virtudes, nos haga sentir bien. La prueba de que una pareja logro conocerse realmente y enamoró de su compañero por lo que realmente es y no por una imagen idealizada del mismo, se manifiesta cuando dicha pareja se aleja por algún motivo y sin embargo cada quien piensa y habla muy bien de la otra persona. He visto muchísimos casos de parejas que cuando están juntos hablaban maravillas del otro, pero cuando se separan hablan lo peor. Nunca se conocieron realmente.

Tercero: Afinidad Intelectual.
Las personas no sólo estamos hechas de emociones, sino también de IDEAS. Es por eso importante que tu pareja sea capaz de aportar ideas enriquecedoras para el bien de ambos. Sólo una pareja madura intelectualmente podrá respetar la individualidad e independencia del otro, evitando los celos, el sentido de "pertenencia", el egoísmo, etc. Tener buen juicio, les permitirá perdonar, comprender, ceder, aceptar errores y permitir las imperfecciones que forman parte de la pareja. Una pareja con afinidad intelectual lleva un ritmo de vida similar, y son capaces de superarse y crecer en conjunto.

Cuarto: (Pero no menos importante) Química o Atracción.
La intimidad emocional hace que tu pareja sea tu AMIGA. La intimidad intelectual, hace que sea tu COMPAÑERA. Pero algo que considero importante es que tu pareja debe ser también tu AMANTE. Esto se consigue si hay atracción química. Te tiene que "mover el piso", te tiene que encantar. No me refiero únicamente al físico, que es superficial y dura poco, me refiero a que debes sentir una atracción química, sentir atracción por lo que realmente es. Es importante que este sentimiento se mantenga a pesar del tiempo.

En realidad, estimado(a) lector(a), éstos son cuatro elementos tal vez NO te puedan asegurar que la relación con tu pareja sea AMOR en serio y perdure. Pero estoy convencido que si te faltan uno, dos, tres o todos los puntos antes mencionados, deberías replantear tu relación. Probablemente estés perdiendo el tiempo y haciendo perder el tiempo a alguien más. Si tu relación anda mal en uno o más de estos cuatro puntos, seguirás pensando que el amor es una magia, una dulce fantasía, seguirás convencido que el amor es como un sueño y como sueño que es, algún día despertarás.

jueves, 23 de agosto de 2012

Sexo y adicción.

Ese viernes estaba particularmente cansado. Había sido una semana bastante cargada de trabajo y llegué a mi casa con ganas de descansar. No había terminado de abrir la puerta cuando me llega un mensaje al celular. Era Juan José. Una vez más necesitaba de la ayuda de sus amigos. Esta vez no se trataba de un auto, el problema según decía su mensaje, era bastante serio, de vida o muerte. No quiso dar detalles, pero aclaró que hablaba en serio. Confiando en que no era una de sus bromas, me bañé y alisté lo más rápido que pude y me junté con los demás en el bar de siempre.

Esta vez los convocados eran: Lucho, 31 años, psicólogo de profesión y más de cinco años de impecable trabajo en un centro de prevención de drogas bastante reconocido, Eduardo, 26 años, médico egresado de una importante universidad, y yo, administrador de negocios, bloggero principiante y en tragos, filósofo y psicólogo en potencia. Los asistentes no habían sido elegidos al azar. Llegamos todos a la hora acordada. Juan José se nos había adelantado y nos esperaba con los tragos ya servidos. Luego de los saludos y bromas respectivas que caracterizan nuestras reuniones, nos pusimos un poco serios. Todos notamos a Juanjo entre nervioso y asustado y eso nos alarmó.

-Muchachos, los he reunido en ésta oportunidad para contarles un problema muy serio- dijo Juanjo secando su vaso de whisky, como quien toma valor- Me siento muy preocupado y la verdad no se qué hacer.

-¿De qué se trata? ¿Eres gay? Eso ya lo sabíamos hace tiempo, tienes toda la cara de "bebita" -dijo Lucho y empezamos a reír.

-No es gracioso carajo- respondió Juan mirándonos fijo a los ojos- ¿Se pueden poner serios, aunque sea un rato?

-OK, ok, no te enfades - intervine- Cuéntanos mejor que es lo que pasa y dejémonos de misterios.

-Bueno ahí les va- secó un nuevo vaso y continuó - Lo que ocurre es que - hizo una pausa- no se cómo explicarlo, lo que pasa es que me temo que soy adicto al sexo.

Eduardo, Lucho y yo nos quedamos callados un momento mirándonos de reojo. La seriedad duró exactamente cuatro segundos, luego de los cuales ya no pudimos soportar y nos empezamos a reír a carcajadas. Todos lo del bar voltearon a mirarnos curiosos.

-No es ninguna broma, es algo muy serio- Dijo alzando la voz y continuó con su confesión, al tiempo que dejábamos las risas para poder escuchar - Resulta que mi problema es tan grave y tan real que por él estoy a punto de perder el empleo. Mi futuro es incierto. Ustedes no saben esto, pero los últimos tres años he estado frecuentando a una mujer casada. Jamás me imaginé siendo el amante de nadie, pero simplemente no lo pude evitar. Intenté alejarme varias veces pero no podía, siempre acudía a su llamada. Nos la pasábamos genial en la cama, nos entendíamos a la perfección. Hacíamos de todo, ¿Me entienden? Varias veces se quedaba a dormir en mi casa y por culpa de eso llegaba al trabajo tarde. Al comienzo normal, mis jefes creían mis excusas. Pero eso se ha repetido tantas veces durante estos tres últimos años, que ya se me acabaron todas las mentiras. Ya no tengo más enfermedades que inventar, más accidentes de última hora, más familiares que "matar". Mis jefes son buena gente, pero no son idiotas, ya saben que algo anda mal. Ya no me creen ni perdonan mis tardanzas. Y lo peor es que ya llevo dos semanas sin llamarla ni verla y me siento desesperado. Estoy seguro que si me llama iré tras de ella. Es una mujer fatal que juega conmigo a su antojo. Y porsiacaso no estoy enamorado de ella, soy muy consciente del tipo de mujer que es y de la vida que ha llevado. Jamás la vería como para algo serio. Esto que me pasa es estrictamente sexual y simplemente es más fuerte que yo.

La seriedad y el gesto de desesperación con que Juan nos había contado su problema nos calló como un baldazo de agua fría en el polo norte. Se produjo nuevamente un silencio algo incómodo, luego del cual cada uno intentó aportar, cada quien de acuerdo a su especialidad.

-Bueno, Juan es muy probable que lo que te esté pasando sea efectivamente una adicción- dijo Eduardo, el doctor - Cuando escuchamos la palabra adicción, lo primero que se nos viene a la mente es la dependencia hacia una sustancia, a alguna droga y olvidamos que la palabra también se puede referir a la dependencia hacia una "actividad" o "relación". Podría ser que ese sea tu caso.

- Eduardo tiene razón - continuó Lucho- La adicción es cualquier actividad que un individuo no sea capaz de controlar, que te lleva a conductas compulsivas y afecta tu calidad de vida. En tu caso, lo que se ve afectado es tu trabajo. Si ya has llegado a ese nivel, es hora que hagas algo para remediarlo. La adicción al sexo es tan real y tan peligrosa como la ludopatía.

-Entonces, ¿Como me puedo curar? - Preguntó Juan José preocupado.

-Bueno de momento, el primer paso ya lo has dado. Has tenido la valentía de aceptar que tienes un problema- acoté.

-En verdad estoy muy preocupado y por eso los he llamado, porque confío en ustedes y no sé qué hacer - respondió Juan.

-Cuando una persona tiene problemas de adicción, debe ir reduciendo gradualmente la actividad que le está perjudicando. Se me ocurre también que podrías sustituir tu problema por una actividad que te haga bien, como hacer deportes, no sé. Finalmente si es necesario, acudir a un psicólogo. Todos necesitamos uno y si se te está yendo de las manos, con mucha más razón - Concluyó Lucho, con la autoridad que le dan sus cinco años de experiencia tratando con diversos tipos de adicción por su trabajo.

Con todos los consejos que le dimos, nuestro amigo quedó ya más tranquilo. Nos pasamos el resto de la noche intentando animarlo. Sinceramente me sorprendió mucho escuchar su extraño problema. ¿Se han puesto a pensar dónde está exactamente la delgada línea que divide ser una persona con frecuente actividad sexual y ser un adicto? Me pregunto si alguno de mis lectores tiene o ha tenido alguna vez un problema similar y por verguenza no ha querido aceptarlo. Los últimos días he estado pensando en que tal vez el problema de Juan es más serio y común de lo que parece. Les comparto todo esto estimados lectores, con el consentimiento debido, para pedirles su opinión: ¿Qué le recomendarían ustedes al buen Juan José? Esta vez sus comentarios son más importantes que nunca.

miércoles, 8 de agosto de 2012

Las mujeres y los autos.


Estaba tomando unos tragos con Juan José, un buen amigo en un concurrido bar miraflorino. El motivo de la reunión era que él estaba a punto de comprarse un nuevo auto pues el que tenía, del año 92, ya le estaba ocasionando demasiados problemas. Con esa excusa me convocó junto a otros dos colegas, para escuchar nuestras opiniones. -Así que decidiste vender a tu hijo- le dije dándole unos golpecitos en el hombro, como quien da un pésame.- ¿Llegó el momento de despedir a tu fiel compañero de mil batallas? ¿Estás 100% seguro de que no lo vas a extrañar? Mi amigo sonrió intentando esconder sin mucho éxito la melancolía que sentía -La decisión está tomada- respondió luego de respirar profundamente- Es hora de que tomemos caminos separados. Lo que aún no he decidido, y para eso los he llamado, es que tipo de carro me conviene comprar: auto o camioneta, del año o de segunda. He estado averiguando alternativas interesantes de acuerdo a mi presupuesto y ya tengo mis candidatos.

-Oye y ¿Cómo te va con la chica que estas saliendo? ¿Cómo se llama? ¿Verónica?- me preguntó. -Pues te cuento que ya no estamos saliendo - le respondí mientras le hacía señas al mesero, pidiéndole otro trago- lo que pasa es que tenía ciertos problemas de comportamiento, así que decidí que nosotros también debíamos tomar caminos separados. -Qué pena cholo, estaba bien simpática! - me dijo. -Sí lo sé. Pero todo bien, yo también estoy evaluando a algunas candidatas interesantes- respondí. (Nos pusimos a reír celebrando la comparación.) -Pero, ¿Cuál fue el problema? Se te veía bien interesado- preguntó Juan José. -No seas sapo y toma a mi ritmo, que veo que el día de hoy estás un poco lento, no seas maricón.-Vale, vale, Salud entonces. -Salud, carajo. Secamos nuestros vasos cuando vimos llegar a Eduardo y Rubén, que nos saludaron efusivamente y ocuparon sus lugares.

-¿De qué nos hemos perdido? -preguntó Rubén.

-Estaba contándole a Luis que voy a vender mi auto y comprarme otro y él , me acaba de sorprender diciéndome que ya no sale con Verónica y estaba por contarme el motivo, cuando ustedes llegaron - contestó Juan José.

-¿Cómo te puedes dar el lujo de dejar ir a una chica así? Eres bien pelotudo- dijo Eduardo.

-Déjenme que les cuente y luego opinen, mother fuckers- me defendí. Todo estaba muy bien, habíamos salido varias veces, al cine, a cenar, a pasear, ya saben, toda la parafernalia que se acostumbra. Yo la miraba, aunque no lo crean, como una chica por la cual valía la pena colgar los chimpunes y retirarme de las canchas. Todo estaba perfecto, hasta que ella misma me invitó a tomar unos tragos hace un par de sábados. Hemos tomado como vikingos. Rara vez he conocido una chica que tome más que yo. Se secaba los vasos uno tras otro, sin hacerles asco. Luego nos fuimos a una disco. Ahí pasó lo impensable. Se encontró con un grupo de amigas con unas fachas de trabajadora de un night club. Se pusieron a bailar solas en la pista de baile. Aceptaban bailar con absolutamente cualquiera que las saque. Coqueteaban con todo el mundo. En menos de dos horas besó a tres chicos distintos que recién había conocido, todo frente a mis narices. Le dio su teléfono a otros dos. Esa noche me di cuenta, que Verónica era demasiado recorrida. No era la chica tranquila que yo pensaba.

-Absolutamente nada que discutirte - comentó Eduardo- cuando éramos jóvenes y queríamos aprender a manejar no importaba si el carro era usado, pero cuando tenemos que escoger al auto fijo, para toda la vida, es preferible elegir el más nuevo posible.

-Una mujer es en cierto sentido como un auto, la edad es como el año de fabricación, su experiencia es como su kilometraje, su estilo y forma de comportarse es el tipo de auto y sus formas, sus curvas, son su modelo, de tal forma que algunas son unas Mercedes Benz, unas Audis, incluso unas Aston Martins y otras en cambio, como las que Juan José frecuenta, son unas Ticos y Chevy taxis.-contribuyó Rubén, con aires de experto en la materia.

-Lo que acabas de decir es muy cierto - dijo Eduardo. Pero el que nunca haya salido con un chevy que arroje la primera piedra.

-Salud Carajo. - dijimos todos al tiempo que brindamos, con la solemnidad de una reunión de líderes reunidos en las Naciones Unidas.

Aunque estaba bastante claro que la conversación tenía cuestionables argumentos y podría escandalizar a personas susceptibles, me puse a pensar camino a casa que el mensaje de fondo tenía mucho de cierto. Un chico no quiere una novia demasiado recorrida, no quiere el auto en el que todos se han subido, una chica que cuando esta borracha se le regale a todos, que deambule en las discos de un lugar a otro como si fuese un carro chocón del Play Land Park. Es cierto que tanto el hombre como la mujer tienen derecho a explorar, pero todo dentro de ciertos límites. Que importante es para chicos y chicas saber cuidar nuestra propia depreciación.