jueves, 3 de enero de 2013

¿Por qué peleamos?: Teoría de la Relatividad

Hace un par de días un buen amigo mío terminó para siempre con su novia. Imagino que para el día de hoy ya deben estar reconciliados. Los conozco bastante bien, este par de locos han terminado "para siempre" unas cincuenta veces durante los cinco años que llevan de relación y siempre regresan, de una forma u otra. Él tiene 28 y ella 26. Tienen personalidades totalmente opuestas, sin embargo se llevan muy bien y la pasan muy bien juntos. Se complementan.
 
Dos semanas atrás mi amigo cumplió años. Su novia le organizó una fiesta sorpresa a todo dar. Invitó a todos sus amigos, decoró la casa con globos y carteles, preparó la torta de cumpleaños ella misma y compró el regalo que él tanto quería. Sobre el paquete adjuntó una pequeña y colorida nota que decía: "Feliz cumpleaños mi rey, eres el mejor novio del mundo. Me haces sentir realmente afortunada."  (No pude evitar sentir una mezcla de náuseas, risa y envidia  a causa del exceso de cursilería.)
 
Pocos días después mi amigo y yo nos juntamos para nadar como de costumbre en la piscina del campo de marte.  (Piscina para machos: olímpica, tres metros de profundidad y a temperatura ambiente.) Acabada la rutina de una hora nos fuimos a tomar unos jugos de fruta en el mercado de Jesús María. De repente suena su celular. Era su novia. Lo había estado llamando mientras estábamos metidos en la piscina. Mi amigo tenía veinticinco llamadas perdidas, todas de su novia. Yo tenía sólo seis, también de la novia de mi amigo. (#Foreveralone)  No se pueden imaginar lo enfadada que estaba y el escándalo que le hizo. La discusión duro unos treinta minutos y estuvo sazonada con ajos y cebollas. Hijo de puta fue lo más suave que salió de su boca. Mi amigo se defendía y la calmaba sin éxito. La paciencia se les agotó y ambos colgaron maldiciéndose despectivamente.
 
Lo primero que me pasó por la cabeza es que aquella discusión era completamente evitable, incoherente y tonta. Sin embargo me sentía totalmente identificado. ¿Alguna vez se han preguntado por qué peleamos por cosas tontas con nuestras parejas? ¿Imcopatibilidad de signos zodiacales tal ves? ¿Inmadurez? Estuve dándole vueltas al asunto, analizando concienzuda y objetivamente el problema y he llegado a una hipótesis a la que he bautizado como: Teoría de la Relatividad.
 
Mi teoría es simple y se basa en las siguientes premisas:

MAYOR GRADO DE RELACION = MAYOR EXPECTATIVA

MAYOR EXPECTATIVA = MAYOR POSIBILIDAD DE CONFLICTO

Es así de simple. Así funciona, al menos, así nos han enseñado que tiene que ser. Estoy seguro que una chica normal no reacciona así de mal cuando un amigo o familiar no le contesta el celular. Normalmente no le reventamos el teléfono a una persona que recién conocemos y cuando logramos contactarnos con la persona, aceptamos con mayor benevolencia sus explicaciones. Eso se debe a que nuestras expectativas hacia amigos, familiares o compañeros de trabajo por lo general son distintas. No se supone que "tengan que estar pendientes de respondernos el teléfono", tampoco nos sentimos en el derecho de "exigirles una explicación que justifique el que no nos hayan contestado." En resumen nuestra forma de reaccionar ante una misma situación es distinta según quien esté involucrado. Todo es RELATIVO, todo está condicionado.

Esto es normal y tiene bastante lógica. Lo que no me parece lógico es que reaccionemos peor con la persona con la que se supone pretendemos alcanzar un fuerte vínculo sentimental. Yo creo que debería ser exactamente al revés.  Si con un amigo somos comprensivos, ¿No deberíamos serlo mucho más con nuestras parejas? Al fin y al cabo, ¿No debería ser tu novio el mejor de tus amigos?  Si te has peleado recientemente con tu pareja te invito a que pienses si de verdad valió la pena. Estoy seguro que mis amigos para el día de hoy ya deben estar reconciliados. Par de locos. Este post va dedicado a ellos.