miércoles, 4 de septiembre de 2013

Atención: Cómo identificar a un pisado.

Todos tenemos por lo menos un amigo pisado. El ser "pisado" es una enfermedad crónica, grave e incapacitante.

Un síntoma muy frecuente en los individuos que sufren éste mal es la negación,  es decir,  el pisado muchas veces sabe que lo es pero no lo quiere reconocer. No se quiere reconocer.  ¿Cómo saber si eres un pisado? Te lo explico a continuación....
 
Estimado amigo, considérate un pisado homologado si:
 
1. Pides permiso a tu novia para salir con tus amigos. Ojo no me estoy refiriendo a que se lo pidas textualmente. Me refiero a que si tienes que esperar su aprobación cada vez que tus amigos te invitan a alguna reunión llámese #pichanga, #verunpartido, #tomarunascervezas, etc. Si tienes que inventar una excusa para evitar las represalias eres más pisado que el sombrero de Don Ramón.
 
2. Cuando te llama al celular siempre tienes que responder aunque tengas que dejar lo que estás haciendo. Yo he visto casos dramáticos de amigos del colegio que han llegado al extremo de jugar las pichangas de los lunes con el celular en el bolsillo. No estoy exagerando. Y cuando la novia los llama salen del campo para responder: "Si amor, lo que pasó es que me estaba proyectando por derecha porque me dieron un pase largo y estaba marcado....."

3. Todo lo decide tu novia. De un tiempo a ésta parte tu novia decide todo: la película que verán, los viajes que harán, la ropa que usarás, tu peinado, a dónde irán el fin de semana, el carro que debes comprar, etc. Si te ocurre eso eres más pisado que pucho en discoteca.
 
4. Tienes PROHIBIDO tener amigas. Mucho menos si son guapas, porque de serlo automáticamente "son unas zorras" y "se nota que quieren contigo". Tampoco vale que tengas amigas por facebook y pobre de tí si tienes la desventura que alguna de ellas le ponga "Like" a tu foto de perfil. Si te identificaste considérate más pisado que uva en vendimia.
 
5. Dejas de ver a tus patas de toda la vida.  Cuando estabas soltero veías a tus amigos frecuentemente. Mínimo una vez por semana. Ahora, los ves cada dos semanas, cada tres, cada mes y sólo cuando ella está presente. Cada vez se te ve menos, ya pareces el cometa Halley.
  
6. Ella tiene la clave de tu facebook. Las claves son personales y confidenciales. Si necesitas mayor explicación sobre éste punto eres caso perdido. ¡Pisado!
 
7. Argumentas: "No soy pisado es sólo que me gusta complacer a mi flaca." Existe una gran diferencia entre complacer y dejarse someter, avasallarse, dejarse controlar ante la tiranía de una mujer en exceso dominante. Desgraciadamente el pisado no reconoce la diferencia.
 
¿Se les hizo familiar? ¿Conoces a algún pisado? Compartan este post en sus muros. Invitemos a la reflexión y que no se vaya a picar porque al que le caiga el guante...


domingo, 5 de mayo de 2013

Guia de la Ruptura Amorosa (for DUMMIES)

La semana pasada una amiga me contó que había terminado con su novio luego de tres años de relación. Ella había hecho todo lo posible para arreglar las cosas sin embargo estaba claro que esa vez el rompimiento era definitivo, sobre todo tomando en cuenta aquella ley universal que dice: "mientras más largo es el tiempo de rompimiento, menor la probabilidad de que se arreglen las cosas." En efecto, ellos tenían ya tres largos meses de haber terminado y mi amiga había intentado resolver la situación varias veces sin éxito. Ella ya no sabía qué hacer con su vida. En su cabeza sólo habitaba la duda: ¿Qué será más efectivo: hacer puenting sin soga o comerse cinco hamburguesas de la tía veneno con todo menos ketchup? #suicidaenpotenciamodeon.
 
¿Quién no ha sentido alguna vez el terrible dolor del rompimiento amoroso? ¿A quién no lo han terminado alguna vez con predeterminación, alevosía y ventaja? Si estás pasando en éstos momentos por lo mismo estoy seguro que entiendes perfectamente cómo se siente mi amiga. Los consejos que vienen a continuación son para ti, para que puedas superar la situación y llegar a viejo.
 
Guía de la Ruptura Amorosa (for DUMMIES)
 
En caso de rompimiento amoroso debes seguir los siguientes pasos:

Paso 1: Devolver sus cosas. El "ritual de la devolución" es muy simple. Sólo necesitas colocar todo aquello que le pertenece en una caja de cartón y devolvérselo: peluches, regalos de aniversario (excepto los caros, obvio), fotos, cartas, ropa interior, etc. Se acostumbra devolver todo personalmente. Ojo chicas, si eligen hacerlo de éste modo no deben olvidar lucir "más lindas y sexys que nunca" como si la estuvieran pasando a todo dar. Eso si que nos desconcierta.
 
Paso 2:  Bloquéalo(a) de las Redes Sociales. Desbloquéalo(a). Vuélvelo(a) a bloquear, ésta vez de forma definitiva. Ok, mejor elimínalo. Si no lo haces, no podrás evitar que te gane la curiosidad de revisar su perfil y ver sus fotos en las que luce perfectamente feliz. (lo esté o no) Eso no hará más que llevarte al paso 3:
 
Paso 3: Deprimirte. Ayuda mucho escuchar cualquier emisora de radio "corta-venas" tipo Ritmo Romántica o alguna similar. No te preocupes por averiguar la estación cuando haz terminado con tu pareja todas tocan canciones que te hacen recordar a él (o ella). No me preguntes por qué. 

Paso 4: Evitar a toda costa los "remembers". Son buenazos, lo sé. Pero no harán más que confundir a alguno de los dos. (O a ambos)
 
Paso 5: Evitar llamarlo (a) borracho. Créeme tu ex-novio(a) no está ansios(a) de recibir una llamada tuya borracho(a) a las 4 de la mañana.

Paso 6, 7 y 8: Deprimirse, deprimirse y volverse a deprimir. Aquí no te voy dar ninguna indicación ya que este paso lo vas a seguir de forma automática. Pero ojo: debes tener claro que no está mal sentirse mal, por el contrario, es lo más natural. Se supone que debes sentirte así. Sería muy raro que al  día siguiente de terminar con tu pareja te sintieras eufórico de alegría. El tema es: ¿Por cuánto tiempo deseas estar así? La  decisión es tuya.

 
Paso 9: Ahogar las penas en litros y litros de alcohol. Lamento decirte que esto no funciona, las penas saben nadar. A lo mucho lograrás estar aturdido un sábado por la noche pero al día siguiente la realidad te retumbará la cabeza. Los domingos son los días en que te darás cuenta de la innegable verdad: estás sólo(a), te guste o no.

Paso 10: Ocupa tu mente en otras cosas. Hay quienes pueden ocupar su mente en cosas destructivas: emborracharse todos los días, fumar como chino en quiebra, comer comida chatarra, etc. No es bueno. Lo ideal es canalizar tu exceso de tiempo en cosas positivas: trabajo, recreación, deportes, estudios, amigos, etc.
 
Finalmente date cuenta que lo que estás pasando es algo completamente natural y lo más probable es que pases por éste proceso más de una vez en tu vida.  No hay que desesperarse, como bien sabes todo proceso tiene etapas. Recuerda  que al igual que una gripe por más severa que sea los síntomas (dolores de cabeza, la congestión nasal, el dolor muscular, el malestar general, etc.) no van a durar por siempre. Sólo debes ser paciente y esperar a curarte. No hay un remedio ni una cura inmediata. El único remedio 100% infalible y universal es EL TIEMPO.

sábado, 27 de abril de 2013

La infidelidad femenina

Seguramente alguna vez se han preguntado: ¿Son más infieles los hombres o las mujeres?  Vaya que es una pregunta  difícil de responder, al menos estando sobrio. Curiosamente cuando la interrogante es formulada por el animador de una discoteca en ese preciso momento en que la gente está empilada (pedo en mejicano) las respuestas fluyen con mucha mayor facilidad:  Animador: -¿Quiénes son más infieles los hombres o las mujereeees? Chicas: -Los hombreeeesss!!!!  Animador: -¿Y quiénes son más cachudos los hombres o las mujereeees???  Chicas: -LOS HOMBREEEESSS!!! (Que alguien me explique por favor aquella evidente disonancia porque la verdad no me queda claro.)   Es preciso señalar que la mayor parte de mi vida le he dado la razón a los que dicen que los hombres somos por naturaleza más infieles, sin embargo los últimos años me han hecho recapacitar.
 
En alguna oportunidad inclusive, llegué a pensar que la infidelidad tenía naturaleza exclusivamente masculina. Por tal motivo el concepto "infidelidad femenina" lo tenía bien guardado bajo 7 llaves en el baúl donde almaceno todas esas cosas que considero ficticias o poco probables, tales como la democracia, Papa Noel, el hada de los dientes, "el que estudia triunfa" y los penes de 21 centímetros.

De pronto un día, un 18 de junio de hace algunos años, la vida se encargó de demostrarme lo equivocado que estaba. Aquella noche decidí darle una sorpresa a mi entonces novia y llegué a su departamento dos horas antes de lo habitual. Entré como normalmente hacía usando la llave que ella me había regalado en nuestro segundo aniversario como muestra de confianza. (Lindo gesto, ¿No creen?) Al llegar lo primero que llamó mi atención fue encontrar su ropa desparramada en el piso de la sala y el sofá. El televisor se encontraba aún prendido y en la mesa de centro había una botella de vino a la mitad. Me asomé con sigilo a la puerta de su habitación y la sorprendí infraganti, desnuda, en posición de genuflexión, haciendo un movimiento con la cabeza de arriba a abajo (como un pájaro carpintero pero en cámara lenta) a los pies de un tipo cuyo nombre prefiero no recordar. Ella al verse descubierta, avergonzada y con lágrimas en los ojos  me miró fijamente y me dijo: -"Cariño, esto no es lo que parece". Yo no me lo tragué porque no soy ningún tonto. Ella no se lo tragó porque siempre le ha dado asco. De esa forma la vida me obsequiaba como regalo de cumpleaños dos valiosas verdades: el adulterio femenino existía y los penes de 21 centímetros también. #Hijodeputa

No hay duda que la vida es una maestra muy severa y que a veces la realidad supera a la ficción. No hay duda que los tiempos han cambiado y siguen cambiando.  Hoy los entendidos en la materia afirman que aproximadamente el 40% de las mujeres alguna vez ha sido infiel. Yo no estoy de acuerdo. Yo creo que el número es mayor, sólo que las mujeres son mucho más discretas a la hora del engaño y además en los raros y pocos casos en que han sido inculpadas son mucho más inteligentes para negarlo. Las posibilidades de salir airosas se incrementan en la medida que el damnificado sea demasiado confiado, más distraído de lo normal o con un ego demasiado elevado: "Es imposible que encuentre alguien mejor que YO." #Sicuñao.

Insensato error ser muy confiado. Pero mucho más peligroso es cometer el grave error de generalizar: "Todos(as) son iguales". No lo creo. A pesar de mi "anecdótica" experiencia aún sigo pensando que es posible creer en la fidelidad y me rehuso a archivar ese concepto en el baúl de 7 llaves.


 

martes, 9 de abril de 2013

Atención: ¿Por qué somos infieles?

Esa noche Renato estaba impaciente. Su cita estaba tardando más de lo normal y eso lo inquietaba. De pronto llegó ella y subió a la habitación donde estaba. Las próximas dos horas estuvieron llenas de placer, sudor y caricias apasionadas. Una vez consumado el acto ella le lanza esa pregunta tan difícil de contestar, al tiempo que se vestía. El famoso "-¿Qué somos?" Aunque Renato no poseía ningún master en filosofía contemporánea sabía perfectamente que responder (esa pregunta se la habían hecho ya muchas veces): -"Pues somos amigos con derecho, eso somos." Prendió un cigarrillo mientras esperaba la reacción. Sin embargo el silencio se prolongó al punto de empezar a incomodarlo. -"¿A qué viene la pregunta? Andrea rebuscó en su cartera, sacó un anillo de compromiso y se lo mostró. -"Tengo novio y me voy a casar en junio. Sólo quería que lo sepas y que las cosas entre nosotros estén claras." "-Me parece perfecto, no hay ningún problema. Estamos claros entonces." Dijo Renato mientras apagaba el cigarrillo en el cenicero, sintiéndose aliviado. Aunque estaba sorprendido la situación le convenía ya que él tenía cinco años de "feliz matrimonio."

La historia de mi amigo Renato es bastante común en estos días. Y aunque hoy por hoy ya casi nada me sorprende, no puedo evitar quedarme pensando y preguntarme: ¿Por qué somos infieles? Lo cierto es que en el Perú, ocho de cada diez hombres es o ha sido infiel. Estoy seguro que el  100% de los hombres que han leído esto han pensado: "-Qué hijo de puta!" Estoy seguro también que el 95% de las chicas que leyeron ésta afirmación, inocentemente han pensado: "-Mi novio no, él sería incapaz." Pobres ilusas. Ahora entiendo cómo esos ocho pendejos engañan tan fácil.
 
Para explicar el por qué somos infieles he dedicado buen tiempo a analizarlo con seriedad y he llegado a las siguientes conclusiones:
 
1) "La teoría del Macho Alfa": Es muy simple: descendemos de un animal que se comía sus propios piojos, se olían el sobaco y se mataba a pajas. Felizmente miles de años de evolución han conseguido que ya nos comamos nuestros propios piojos. El hombre por su naturaleza animal e inspirado en los documentales de national geographic siente la necesidad de asumir el papel de "macho alfa". Mientras más hembras tenga a su disposición, mejor. Más que una necesidad fisiológica se trata de un alarde de poder y debido a eso no le basta con tener varias mujeres, es indispensable que se lo cuente a sus amigos. (En muchos casos exagerando y en otros inventando)
 
2) Exceso de testosterona. No voy a maquillar mis palabras: el hombre es por naturaleza arrecho. Las estadísticas son irrefutables: 7 de cada 10 peruanos alguna vez ha ido o irá a un puticlub. ( #Nuncadigasnunca, #cabrón.) Los otros 3 son el mesero, el guardia y el dueño del puticlub. Aquí nuevamente el 100% de los hombres va a pensar: "-Qué hijo de puta!" Y el 95% de las chicas seguirá creyendo que su novio no, él sería incapaz. Es imperioso aclarar que eso no ocurre siempre, forma parte de una etapa de la vida de todo hombre sólo en algún momento entre los 15 y los 80 años.
 
3) La monotonía y/o vida sexual deficiente. En muchas relaciones pasa que la monotonía, el trabajo, la rutina, los hijos, el stress, etc. van menguando la vida sexual en la pareja. Se pierde la chispa. En otros casos ocurre que el hombre tiende a idealizar a su pareja. No hacen ciertas cosas con ella o ella no permite ciertos comportamientos para no romper la imagen de "decente". Alguna vez escuché a una viejecita decir con mucha seguridad que una mujer debe ser una dama en la calle pero una puta en la cama. Algo de sentido tiene. Bien dicen que más sabe el diablo por viejo que por diablo.
 
Bien éstas son a mi entender las tres principales causas de la infidelidad masculina. Al parecer ser fiel para un hombre resulta bastante complicado, sin embargo no es imposible. En todos los casos es evitable. Basta con tener siempre presente esa regla de oro que dice: "No hagas a otros lo que no quieres que hagan contigo."

viernes, 8 de febrero de 2013

La culpa es tuya.

La semana pasada me fui con un grupo de amigos y amigas a una playa 50 kilómetros al sur. Echados en la arena en una sesión grupal de bronceado (#AlCarajolosRayosUltravioleta) nos pusimos a charlar un poco. Personalmente debo confesarles que disfruto mucho de ciertas conversaciones, sobre todo de esas en las que hombres y mujeres, cada cual desde su óptica, intercambiamos opiniones reflexivas, ecuánimes, con una solemnidad digna de una convención de gurús y consejeros espirituales. Cuando me veo involucrado en ese tipo de conversaciones "profundas" me identifico un poco con los comentaristas deportivos. Al igual que ellos cuando se trata de opinar, somos unos expertos analizando situaciones, proponiendo teorías irrefutables, criticando comportamientos y actitudes pero todo desde fuera de la cancha. Al igual que un comentarista deportivo, si nos tocara ponernos la camiseta y sudarla en cualquier campo nos sentiríamos más que perdidos, tendríamos más fallas que aciertos, a los pocos minutos fingiríamos una lesión y pediríamos nuestro cambio. Está claro que opinar es más fácil que actuar. Opinar no es malo. Aunque es mucho mejor aprender a actuar.

Un poco más tarde, me tomó por sorpresa Susana. Se me acercó con cierto escepticismo y me pidió mi opinión:
-Oye tú "no busco novia", tú que te crees inteligente, me gustaría saber qué piensas sobre algo que me ha pasado hace poco.
-Soy todo oídos. Eso sí, te advierto que lo que te diga no necesariamente te va a gustar.
-A ver, ahí va: lo que pasa es que hace un par de meses terminé con mi novio.
-¿Y por qué hiciste eso? ¿Qué pasó?
-Pues porque ya no lo soportaba más, era extremadamente celoso.
-Uhmmmm ok, pero coméntame un poco, ¿Por qué dices que era celoso?
-Por varias cosas. Pero la peor de todas, la más ridícula, era que no me dejaba vestirme como yo quería. Me tenía prohibido ponerme faldas o shorts cortos. Si me veía así me hacía regresar a casa a cambiarme y yo, con toda la verguenza del mundo regresaba y me tenía que cambiar. Sino simplemente no salíamos.
-Interesante, creo que con ese ejemplo me dejas todo bastante claro. Pero antes de decirte qué pienso yo de eso, me gustaría saber qué piensas tú.
-Evidentemente yo considero que hice bien en terminar con él. Ese chico era un desconfiado, un inseguro. Creo que estaba mal de la cabeza. Eso ya no era normal. Seguramente él ha sido o le han sido infiel y por eso piensa que yo todas las chicas somos iguales. Definitivamente tiene problemas de autoestima. Es un inmaduro y necesita ayuda psicológica.

- Pobre hombre, debe estar con las orejas rojas.
-Sonso. A ti te parecerá gracioso, pero a mí no. Lo que te cuento es serio.
-No me parece gracioso, más bien me preocupa.
-¿Cómo que te preocupa? Te acabo de decir que ya terminé con él.
-Sin embargo, Susanita, con eso sólo has resuelto el 20% del problema.
-¿Qué me estás diciendo? Lo he borrado de mi celular, del facebook, ya no me busca, está todo ok.

-Déjame explicar a qué me refiero. Te he escuchado atentamente y he notado algo que tú no. Me has contado el problema enfocándote solamente en las zonas donde EL actuó mal. Y todo lo que me has dicho de él, seguramente es cierto. Sin embargo de ti no me has dicho nada. No he escuchado ni una palabra de autocrítica. Porque la que accedió a sus pedidos eras tú, ¿Cierto? Cuando él te reclamaba por tu forma de vestir, tú ibas corriendo a cambiarte. Sin embargo, la culpa siempre es del otro, ¿Verdad? Con esto no quiero defenderlo ni justificarlo, pero lamentablemente es muy difícil que tú puedas cambiar a los demás. Es más fácil que cambies tú misma. Si tu análisis termina en los demás, es infructuoso. Donde debes enfocarte es en pensar qué hiciste tú mal y corregirlo. Todos estamos en capacidad de corregirnos a nosotros mismos, de aprender, de madurar. Si no nos analizamos a nosotros mismos, seguiremos cometiendo siempre los mismos errores. En la vida te vas a encontrar con muchos novios celosos, infieles, egoístas, etc. Si no has madurado, no sabrás cómo manejarlos. Seguirás corriendo a cambiarte el short o la falda. Finalmente te aburrirás y terminarás. El círculo vicioso no terminará sino cambias tú.

-Lo que me dices es bastante lógico, sin embargo no lo había pensado. Gracias Luis por el consejo.

-No es nada, esto te costará una aparición en mi blog. Tengo curiosidad en saber qué piensan los demás.

-Jajajaja, ok no hay problema. La culpa es mía por contarte.

jueves, 3 de enero de 2013

¿Por qué peleamos?: Teoría de la Relatividad

Hace un par de días un buen amigo mío terminó para siempre con su novia. Imagino que para el día de hoy ya deben estar reconciliados. Los conozco bastante bien, este par de locos han terminado "para siempre" unas cincuenta veces durante los cinco años que llevan de relación y siempre regresan, de una forma u otra. Él tiene 28 y ella 26. Tienen personalidades totalmente opuestas, sin embargo se llevan muy bien y la pasan muy bien juntos. Se complementan.
 
Dos semanas atrás mi amigo cumplió años. Su novia le organizó una fiesta sorpresa a todo dar. Invitó a todos sus amigos, decoró la casa con globos y carteles, preparó la torta de cumpleaños ella misma y compró el regalo que él tanto quería. Sobre el paquete adjuntó una pequeña y colorida nota que decía: "Feliz cumpleaños mi rey, eres el mejor novio del mundo. Me haces sentir realmente afortunada."  (No pude evitar sentir una mezcla de náuseas, risa y envidia  a causa del exceso de cursilería.)
 
Pocos días después mi amigo y yo nos juntamos para nadar como de costumbre en la piscina del campo de marte.  (Piscina para machos: olímpica, tres metros de profundidad y a temperatura ambiente.) Acabada la rutina de una hora nos fuimos a tomar unos jugos de fruta en el mercado de Jesús María. De repente suena su celular. Era su novia. Lo había estado llamando mientras estábamos metidos en la piscina. Mi amigo tenía veinticinco llamadas perdidas, todas de su novia. Yo tenía sólo seis, también de la novia de mi amigo. (#Foreveralone)  No se pueden imaginar lo enfadada que estaba y el escándalo que le hizo. La discusión duro unos treinta minutos y estuvo sazonada con ajos y cebollas. Hijo de puta fue lo más suave que salió de su boca. Mi amigo se defendía y la calmaba sin éxito. La paciencia se les agotó y ambos colgaron maldiciéndose despectivamente.
 
Lo primero que me pasó por la cabeza es que aquella discusión era completamente evitable, incoherente y tonta. Sin embargo me sentía totalmente identificado. ¿Alguna vez se han preguntado por qué peleamos por cosas tontas con nuestras parejas? ¿Imcopatibilidad de signos zodiacales tal ves? ¿Inmadurez? Estuve dándole vueltas al asunto, analizando concienzuda y objetivamente el problema y he llegado a una hipótesis a la que he bautizado como: Teoría de la Relatividad.
 
Mi teoría es simple y se basa en las siguientes premisas:

MAYOR GRADO DE RELACION = MAYOR EXPECTATIVA

MAYOR EXPECTATIVA = MAYOR POSIBILIDAD DE CONFLICTO

Es así de simple. Así funciona, al menos, así nos han enseñado que tiene que ser. Estoy seguro que una chica normal no reacciona así de mal cuando un amigo o familiar no le contesta el celular. Normalmente no le reventamos el teléfono a una persona que recién conocemos y cuando logramos contactarnos con la persona, aceptamos con mayor benevolencia sus explicaciones. Eso se debe a que nuestras expectativas hacia amigos, familiares o compañeros de trabajo por lo general son distintas. No se supone que "tengan que estar pendientes de respondernos el teléfono", tampoco nos sentimos en el derecho de "exigirles una explicación que justifique el que no nos hayan contestado." En resumen nuestra forma de reaccionar ante una misma situación es distinta según quien esté involucrado. Todo es RELATIVO, todo está condicionado.

Esto es normal y tiene bastante lógica. Lo que no me parece lógico es que reaccionemos peor con la persona con la que se supone pretendemos alcanzar un fuerte vínculo sentimental. Yo creo que debería ser exactamente al revés.  Si con un amigo somos comprensivos, ¿No deberíamos serlo mucho más con nuestras parejas? Al fin y al cabo, ¿No debería ser tu novio el mejor de tus amigos?  Si te has peleado recientemente con tu pareja te invito a que pienses si de verdad valió la pena. Estoy seguro que mis amigos para el día de hoy ya deben estar reconciliados. Par de locos. Este post va dedicado a ellos.