sábado, 23 de junio de 2012

La Máscara

Recuerdo perfectamente la primera vez que se manifestó la extraña condición que hasta el día de hoy me afecta, especialmente los fines de semana. Era mi cumpleaños número 20. Finalmente le daba la bienvenida a la muy esperada "base 2", hasta el momento la etapa más divertida de mi vida. Les tengo que confesar, que normalmente no me gusta celebrar mi cumpleaños, sin embargo, había decidido que esa noche todo sería diferente. Me disfracé con toda la ropa nueva que me yo mismo me había regalado y me fui a encontrar con mis dos primos hermanos. Luego de hacer un tour sin mucho éxito por algunas discotecas de Lima, decidimos quedarnos en una, cuyo nombre no pienso decir por dignidad.

La noche transcurría con normalidad. Empezamos tranquilos, tomando unas cervezas bien heladas para enjuagar un poco las tripas. La discoteca se iba llenando de chicas de ceñidos pantalones que conforme pasaban los minutos y las cervezas se iban volviendo más guapas. Esa es una de las bondades del alcohol, te ayuda a apreciar la belleza de la mujer. Teníamos en nuestro haber unas cinco cervezas, cuando decidimos que era hora de tomar algo un poco más fuerte. Como macho que se respeta no le hace ascos a ningún trago, elegimos comprar una botella de tequila Pepe Cuervo. Los shots entraban uno tras otro con una clase y categoría envidiables. Grave error. De repente voy al baño a echarme una firma. Cuando regresé a mi mesa, se habían abonado 3 chicas muy guapas. (Quiero pensar que eran guapas, en realidad no estoy tan seguro). -Salud por el cumpleañero! -Salud Carajo! -¿Una botella más o no hay huevos? -Hay huevos y para regalar! Pedimos una segunda botella y saluuuuud con todos! De pronto, los ojos me pesaban. Los cerré dos segundos.



Cuando los volví a abrir, estaba echado en mi cama. Me despertó mi madre cariñosamente, como es costumbre, valiéndose de una de sus armas más letales e infalibles: su aspiradora. Sentía que mi cuarto daba vueltas. La cabeza me estallaba. Me levanté y senté en el borde de la cama. Mi primera reacción fue buscar mi billetera y mi celular. Los encontré intactos en mi bolsillo del pantalón, tirado a un lado. Empecé a repasar mentalmente uno a uno los hechos de la noche anterior. Como en la película "el efecto mariposa", me sangró la nariz y empecé a revivir todos los momentos. La película se cortó de golpe justo en la escena en que destapamos la segunda botella. De ahí en adelante no recordaba nada. ¿Cómo diablos llegué a mi casa? ¿Llegué sólo? ¿Cómo pude dar las indicaciones al taxista? ¿De quién es éste número que tengo grabado en el antebrazo? ¿Cómo llegó este chupetón a mi cuello? Llamé de inmediato a mis primos en busca de respuestas. Lamentablemente ellos tampoco recordaban muy bien lo que había pasado. Ante la duda, decidí que nunca jamás regresaría a esa discoteca.

Pero como bien sabes, estimado lector: "Nunca digas nunca". Cuatro meses después regresé a esa disco, ésta vez con un grupo de amigos. Para mi total sorpresa, absolutamente todos los que ahí trabajaban se acordaban de mí. La señora que vendía cigarrillos en la puerta, los grandulones de seguridad, el barman y las meseras, todos me saludaban por mi nombre. Me hablaban con total familiaridad, me preguntaban por mis primos, incluso me invitaron un vaso de whisky, cortesía de la casa. Por mucho que intenté, no los pude reconocer. Con el tiempo he logrado comprender la situación:  Yo soy como Jim Carrey en la Máscara. Tengo dos personalidades totalmente distintas, antes y después de tomar. Cuando estoy sobrio, soy algo serio, callado, un poco tímido, parco, pero basta que tome algunos vasos de alcohol para que empiece mi transformación. Aflora mi alter ego, como Clark Kent y Superman, como el doctor Banner y Hulk. Me envalentono, me pongo hablador, se manifiesta un lado oscuro de mi personalidad, algo loco, travieso, sin verguenza. Sigo siendo yo, y al mismo tiempo soy otro. Eso fue lo que me pasó aquella noche. Eso es lo que me pasa muy a menudo, los fines de semana. A lo mejor en el fondo eso nos pasa a todos. He visto que algunos cuando toman se ponen agresivos, torpes, pesados o se duermen. Por suerte mi transformación creo yo, es positiva. Por tal motivo he decidido resignarme a vivir con ésta condición y debo admitir que lo disfruto.

PD: Les dejo este fragmento de la película La Máscara, una de mis escenas favoritas:






4 comentarios:

  1. Luis, esperaba algo mas extenso, pero me diverti porque yo tambien pase por eso alguna vez... temrine hecha una... ebria. Por suerte estaba en casa de mi tia, y los unicos que vieron mi penosa escena que hasta hoy disfrutan hacermela acordar (como los odios) fueron mis primos (no siempre se puede fiar en tu sangre ja!). Fue el mismo dia del terremoto del 2007, 15 de agosto.Ahora, porque tomé un vodka barato (no podia comprar algo mejor, en esa epoca mi pago era mensual)pues porque al dia siguiente era mi cumpleaños y mis primos no vieron mejor motivo para "celebrar". Que hice esa noche? a parte de meterme a cantar riduculamente y vomitar hasta morir, corria asustada con cada replica del terremoto de Ica ese año. jajajajajaj!
    saludos,

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Johe, de alguna forma teníamos que aprender que "lo barato sale caro" Pero es cierto cuando uno es chiquillo, juntas monedas entre varios amigos y sólo te alcanza para un ron o vodka barato. Pero que tire la primera piedra quien jamás tomó un Capitán KId, un Punto G, una chata de Bacardi Limón con Sprite, un Thundercat, un "Tres pasitas", etc, etc. Felizmente pocas veces se me ha dado por jugar al exorcista y cantar menos. Yo no canto ni en el Bingo. PD: No quise hacerla muy larga, porque le metí un video de 2 minutos y además esperaba que los lectores comenten sus experiencias. (Divertidas como la tuya) Saludos !

      Eliminar
  2. jaja yo tiro la primera piedra no he lo dicen, y si tomaba era whiski con agua y mas agua jaja.pero perder el conociento y el control de lo que puea pasarme me aterra. Me encanta bailar y reir pero no necesito de un trago para ello y mis amigosaceptan y no me dicen aburrida porque soy tan alegre cuando compartimos que cuando pasan las horas ellos estan picados y yo paresco una de ellos pero ebria de pura adrenalina y el furor del momento. la diferencia es que estoy totalmente sobria a pura agua de tanto bailar y reir.
    Para divertirse nose requiere de trago como pretexto para "empilarse como dicen".
    Y si en mi vida me habre mareado tres veces en mi casa con mis amigo de casualidad por polla jaja y por eso si me pico no tomo y bailo hasta morir jaja.
    ¡lo bueno es que puedo ser la amiga elegina no aburrida jajaja!
    Ademas soy deportista practico fisioculturismo bofiy no voy ha malograr mi meta por .....
    ¡Eso pienso yo y sino les parece respeto su opinión!
    jousi

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cada quien se divierte como mejor le parece, mientras no le faltes el respeto a los demás no hay problema. =)

      Eliminar

*Todos los comentarios son respondidos. (No necesitas estar registrado para comentar.)
*Cualquier comentario o aporte a nobusconovia@gmail.com
*Suscríbete para recibir las actualizaciones al instante.
*Sígueme en twiter @nobusconovia